HISTORIA

HISTORIA

Desde el punto de vista del significado de una cultura ante propios y extraños es muy importante tener en cuenta que “la cultura no es un conjunto universal, sino tan sólo un subconjunto de una determinada organización. Por esto al hacer un estudio semiótico de la cultura vemos cómo la organización cultural que presenta un determinado grupo cultural es una organización cerrada que se presenta con el transfondo de la no-cultura. La no-cultura es lo diferente, lo extraño a mi modo habitual de ver, sentir y actuar en el mundo. Es una religión diferente, un modo de vestir diferente, una manera de pensar diferente. Pero siempre el sentido de nuestra propia cultura está dado por la oposición, por esa existencia del otro, de la no-cultura, que es lo que en últimas dota de significado a mi propio comportamiento cultural”. 2  Así, elsentido está en la diferencia.
El estudio semiótico de la cultura llanera nos lleva a considerarla como un conjunto que hace parte de una macrocultura, la colombiana. A su vez, una tipología de esta cultura nos plantea la existencia de las subculturasque la conforman: la de los cultivadores, la del llanero citadino, la del llanero criollo, la de los colonos. Los rasgos significantes -semióticos- que caracterizan estas subculturas, son los que van a hacer diferente al llanero del costeño, del bogotano y del habitante de cualquier otra región del país. Por su parte, el conjunto de rasgos semióticos que caracterizan la macrocultura colombiana, permiten diferenciar al colombiano de un francés o un mexicano.




En la base de la significación de la cultura llanera está una oposición fundamental que es la esencia que caracteriza lo llanero: el estatismo versus la movilidad. Así tenemos que una de las características del llanero criollo es su movilidad, puesto que tiene que desplazarse continuamente para laborar en los hatos. Este hecho genera formas especiales de relacionarse con la sociedad y el entorno, determinadas no sólo por la oferta de trabajo en los hatos, sino también por las épocas de invierno y de verano, que en el Llano rigen el tipo de trabajo que se realiza.
El colono, otra de las subculturas llaneras, se desplaza también por motivos diferentes; su vida está atravesada por un continuo movimiento. Por su parte, el llanero citadino ha perdido su movilidad y se ha vuelto relativamente sedentario obligado por los nuevos oficios que desempeña. Los cultivadores o conuqueros son, dentro de esta cultura, prácticamente una minoría. Sin embargo, en razón de su oficio se vuelven sedentarios, hasta que el terreno se agota y se ven obligados a buscar un sitio más fértil.
La movilidad del llanero es lo que caracteriza a esta raza como una raza bravía que necesita de grandes espacios para poder vivir y que la lleva a buscar por todos los medios su libertad; hecho ampliamente demostrado en las gestas libertadoras y en las diferentes épocas de violencia de la región y el país.
Por otro lado, es interesante observar cómo en las épocas de grandes cambios sociales las culturas aumentan su signicidad (aumento del simbolismo). En los Llanos este aumento de simbolismo se ve reflejado en la sociedad consumista que impone hasta en el hato más alejado en la llanura o en la espesura del bosque, la presencia del radio, del televisor o del teléfono, que han ido suplantando lenta pero inexorablemente la tradición oral. Los cuenteros de antaño han ido desapareciendo para dejar espacio al vacío de comunicación e interacción humana que trae consigo la televisión. Además de la connotación que estos electrodomésticos tienen, pues se convierten en signo de estatus para el que los posee.





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